Martes 26
Hoy ha templado un poco y el frío es más llevadero, comienza el
viajero a pedalear junto a la estación de Renfe, justo enfrente se encontraba
la del VAY hoy desaparecida, continua junto a la actual línea de ferrocarril
que se dirige a Alicante, la calle realiza una gran curva hacia el este
correspondiente a la antigua plataforma para continuar por la solana de la
sierra de la Villa que cierra por el norte este bonito valle de Biar, al sur la
sierra del Freile y más adelante la de Fontanella. El pedalear es agradable al
estar en la solana y protegida de los vientos del norte, otra cosa será en
verano, aunque piensa el viajero que se verá amortiguado por los numerosos
pinos que la jalonan. Casi sin darse cuenta llega al puente sobre el Vinalopó,
construido para dar servicio a esta vía verde al igual que el de Beneixama en
el 2004. Entre pinos centenarios se acerca a Biar, su castillo, asoma entre la
bruma sobre olivos cuajados de negra aceituna, viejas construcciones engullidas
por la hiedra acompañan esta parte del recorrido.
Dice Pascual Madoz de Biar “[las calles] irregulares y algo
pendientes, pero limpias y empedradas, y 2 plazas cuadradas de alguna
capacidad, con una fuente en el centro de cada una de ellas… se eleva un
antiguo castillo, obra de los moros, ostentando 2 murallas, una interior y otra
exterior, coronadas ambas de almenas, y sobre un ángulo de la segunda está
cimentada la torre que constituye la principal parte de esta fortaleza cuyo estado
actual es muy ruinoso, y se aprovecha para cementerio”. Biar, postrero bastión
del reino de Valencia, fue durante siglos frontera y llave del reino en los litigios
castellano-aragoneses le valió para acuñar la leyenda “Claudo et Aperio Regnum (cierro y abro el reino)” que junto a dos
llaves cruzadas aparecen en su escudo.
Beneixama, Benejama para el viajero que no hay que olvidar que
es de la huerta y de Murcia, tiene probablemente su origen en una antigua
alquería andalusí. La estación es ahora albergue del Camino de Santiago, ruta
del cardenal Payá, inaugurada por el ayuntamiento y la asociación de Amigos del
Camino de Santiago, con motivo del bicentenario de su nacimiento. En frente,
una antigua fábrica de orujos se convierte hoy en restaurante.
Sigue la vía junto al Vinalopó en algún punto agreste, pasado
el puente sobre el arroyo del Marjal, el paisaje se abre y nos deja ver sobre
la vega del Vinalopó viejos molinos y obsoletas fábricas de papel. Banyeres
aparece custodiada por su castillo que la defiende de la imponente sierra de
Mariola que se alza majestuosa a su espalda. Población que da acceso al Parque
Natural de la Sierra de Mariola, cuna de varios de los ríos como el Serpis, el
Clariano, el Molinar y el Uxola que se dirigen al este. El Vinalopó que también
nace aquí, va a su aire y sentido opuesto, hacia el oeste y el sur. El pico del
Montcabrer es su punto más alto con 1390 m, espacio muy humanizado utilizado
desde antiguo para la recolección de aromáticas y otras hiervas usadas para la
destilación, hay restos de neveros (pozos de nieve)como la cava arquejada,
escavada en roca viva, con unos quince metros de diámetro y doce de
profundidad.
Continúa la vía entre olivos “modernizados” con sistema de
riego por goteo, en Bocairente (Bocairent) el viajero se despista un
poco, no logra dar con el camino y lo tiene delante, solo hay que cruzar el
parque, le confirma que va por el buen camino un decrepito automotor situado a
la salida.
Alfafara viene a continuación, seguido de Agres, o campo alto,
siempre que aceptemos su etimología latina “Áger” huele a melocotones o
manzanas, según la época del año, pero su joya más preciada es la Teixera
d´Agres, el bosque de tejos más meridional de Europa. Se mantiene la estación,
que debió ser importante pues consta de dos pisos y edificios anexos, a su
espalda está la de Renfe en la línea de Alcoy a Valencia. La vía se diluye
entre zarzas y hay que abandonarla para cruzar el río Agres, de su puente solo
quedan las pilastras de obra, la superestructura de hierro se vendió al cierre
de la línea. Recuperamos la plataforma por la margen derecha del río, junto a
la pilastra, para ceñirnos a las laderas de Penya Grosa en la estribación este
de la sierra de Mariola. Cruza el viajero junto con la vía algún barranco a la
altura de Muro, que se llama oficialmente de Alcoy para diferenciarlo de otros
Muros que por la geografía nacional andan. Aquí finalizaba la línea de los
Ferrocarriles de Villena a Alcoy y Yecla enlazando con el ferrocarril de “los
ingleses” que iba de Alcoy a Gandía, pero el viajero quiere llegar a Alcoy para
continuar por otro viejo proyecto de ferrocarril que le llevará a Alicante.
Pierde el trazado y se pierde un poco el viajero a la altura de
Cocentaina pero recupera la antigua plataforma pasado el polígono industrial,
tras cruzar el barranco de Mossén Vicent. Cruza un túnel y la autovía, no
recuerda bien en qué orden, antes de entrar en Alcoy, la ciudad de los tres
ríos o la ciudad de los puentes ya que la atraviesan los ríos Riquer, Benisaidó
y Molinar.
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