viernes, 13 de febrero de 2015

Huellas I - Martes 10 de febrero. De Beas a Villanueva de la Jara por Alcaraz.





En Beas el convento de San José, décima Fundación de la Santa; y en el convento un torno, y tras el torno una voz. Voz de mujer que suena calma y melodiosa. Gira el torno y aparece una llave, nos sirve para visitar el relicario. Volvemos al torno, gira de nuevo y aparece otra llave, más grande, pulida por el uso, la introducimos en la cerradura de una enorme puerta de vieja madera que cede tras un chasquido metálico. Como el relicario, el templo está a oscuras, solo se aprecia una pequeña luz roja junto a la pared; es un monedero, depositamos un euro en él y la luz se hace. Volvemos al torno, dejamos la llave y damos las gracias. Paseamos hasta una pastelería; nos sentamos y pedimos dulces típicos de Beas, probamos una especie de brazo gitano y una torta de hojaldre con cabello de ángel en su interior. Esta buena, la camarera no sabe cómo se llama y a mí no me importa demasiado.

Nos ponemos en marcha para detenernos en el santuario de la Virgen de Cortes centro de peregrinación consagrado en el siglo XIII. Actualmente hay en él una comunidad de Dominicas. En el patio aún hay restos de nieve. De nuevo en la carretera que serpentea junto al río Jardín. Chopos esqueléticos la flanquean; en los campos, se alternan olivos y encinas y de cuando en cuando manchas de cereal. Los restos del castillo de Alcaraz se recortan nítidos por levante, subimos hasta el pueblo y recorremos sus calles medievales. Es la hora de comer y entramos en el Alfonso VIII; mientras espero, como una tierna y jugosa berenjena de Almagro. Pronto llega el atascaburras; regio plato, a pesar de ser la humilde patata el componente principal,  a la que acompaña el bacalao y el aceite de oliva y lo decora el huevo duro. Para el segundo, no he podido resistirme, oreja en salsa.

Ya no nos detendremos hasta Villanueva de la Jara; nos espera un atento funcionario que nos hará de guía. Hombre experto en la historia del pueblo y sus monumentos, nos desgrana a lo largo de más de dos horas, las vicisitudes que ha sufrido la Basílica de la Asunción, desde que comenzó como fortaleza árabe, hasta nuestros días. Antes nos había mostrado la iglesia del Carmen, sede de la Virgen de las Nieves, patrona del pueblo. Deliciosa imagen gótica de pequeño tamaño y color dorado, traída directamente desde Italia. Para mañana nos reservamos la visita al convento de las Carmelitas.

Villanueva de la Jara, 10 de febrero de 2015.




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