miércoles, 1 de junio de 2016

Triangulo Santo (Presentación)




El viaje

Este viaje era un viaje en solitario, de esos en que descubres tu interior, tu verdadero yo. Al menos eso cuentan las gentes que realizan este tipo de rutas. Para desgracia mía no debo de ser uno de los elegidos. A pesar de llevar ya algunos viajes en solitario no he llegado nunca a descubrir ese yo interior del que tanto se habla. Me distraigo con demasiada frecuencia; con los paisajes; con las gentes y sus conversaciones; con la arquitectura; con esos espacios inconmensurables que forman los páramos castellanos; con las falsamente llanas tierras manchegas. Debe ser eso, que uno se distrae con demasiada facilidad ante un sabroso lechazo castellano o los crujientes fritos andaluces.

Es verdad que el Camino da una sensación única de libertad, de comunicación con la Naturaleza, con el Mundo, con Dios. Desplazarte por los caminos, atravesar pueblos, ver y hablar con sus gentes, o no hacerlo según estado de nuestro espíritu; es una verdadera liberación.

El camino es soledad, es reflexión, es vida, es recogimiento sobre uno mismo. El camino es una oportunidad de introspección; eso tan manido de lo que hablábamos en los párrafos precedentes del viaje interior. Pero en el fondo es verdad; hacerlo en soledad, además, te da una magnífica ocasión para la reflexión, para el recogimiento, para encontrar esa paz interior que casi todo peregrino busca. Lo malo es que una vez acostumbrado cuesta trabajo volver a ajetreo cotidiano.

Los kilómetros y la soledad ayudan a establecer prioridades; poco a poco algunas cosas que considerábamos importantes pasan a un segundo plano y otras en principio mas nimias, adquieren cada vez mayor importancia, hasta establecer un nuevo rango de prioridades. Pequeños detalles sin importancia que normalmente pasan desapercibidos, ahora se valoran en su justa medida.

Pero este ya no será un viaje en solitario, me acompañara un buen amigo; Juan Bautista. Hombre alto y enjuto, de ideas claras y pocas palabras, perseverante y poco dado a los conflictos. Es amigo de sus amigos; nada intrusivo; te deja espacio, tanto, que en algunos momentos tengo la sensación de ir solo, pero siempre está ahí; esperándome condescendiente, sabedor de mis limitaciones las acepta como algo que está en la naturaleza de las cosas y además no se pueden cambiar.

De las cinco Ciudades Santas de la cristiandad en el mundo, tres están en España; Santiago, Liébana y Caravaca. Las otras son Roma y Jerusalén. Nuestro propósito; unir en bicicleta las tres Ciudades Santas Peninsulares con una ruta de más de dos semanas y alrededor de 1.500 km de recorrido, atravesando ocho Comunidades Autónomas, once provincias y un número considerable de poblaciones.

La logística

Que queréis que os diga; ya estoy un poco mayor para dormir en el duro suelo. A mi edad se aprecia sobre manera una buena ducha tras una larga jornada y, que os voy a contar de una cena caliente. Por eso hemos optado por pernoctar en hoteles de poblaciones relativamente importantes. Durante los 16 días de camino tenemos previsto pernoctar en las poblaciones de Santiago, Lugo, Grandas, Tineo, Oviedo, Cangas de Onis, Potes, Herrera de Pisuerga, Burgos, Quintanar de la Sierra, Soria, Calatayud, Monreal del Campo, Ademuz, Alborea y Fuente-Álamo. Solo un día nos veremos obligados a utilizar un albergue, en Grandas durante la segunda noche de viaje, por lo que prescindiremos de sacos de dormir y toallas. Con un coche de alquiler nos situaremos en el punto de partida para empezar a pedalear al día siguiente. 
 
La bicicleta

Mi vieja compañera de fatigas, una F500 de Cannondale, resistente y poco delicada que se encuentra en tan buena forma como el primer día. Cadena, pastillas de freno y unas cubiertas nuevas es todo lo que necesita para seguir devorando kilómetros, ¡con cerca de 20 años! El trasportín, un Zefal de aluminio, aguanta inmutable la tortura del peso y los kilómetros de caminos rotos y carreteras descarnadas. Solo un problema al principio; una de las piezas plásticas que unen las varillas entre sí, se partió. Unas bridas, también de plástico, colocadas de forma provisional en aquel viaje han aguantado hasta hoy, varios miles de kilómetros después.

La indumentaria

En cuanto a la indumentaria, las fechas ayudan a no tener que acarrear ropa de pleno invierno, aunque algo de abrigo habrá que llevar. El húmedo norte peninsular nada tiene que ver con las frías tierras de Soria o Teruel, o las más suaves del sureste español; así que toca llevar un poco de todo, básicamente de verano, pero también alguna prenda de abrigo, en especial para las primeras horas de la mañana.

Otro punto que no he sabido nunca resolver es el de la lluvia y seguro que al menos la primera semana la vamos a sufrir. Porque los chubasqueros están muy bien; para un rato, después es todo un suplicio, en especial para gente de mucho transpirar como yo. Así que no sé lo que hare; mojarme y si la lluvia no es muy intensa y aguantar hasta el final de la jornada, o ponerme el dichoso chubasquero y mojarme igual con el sudor. Aunque lo que realmente me preocupa son los pies. No es de lo más agradable pedalear todo el día con las zapatillas empapadas, aparte de lo que cuesta secarlas para el día siguiente, por mucho que las rellenes de papel de periódico durante la noche.

La intendencia

Comer no será un problema en un país como el nuestro, uno de los mejores del mundo en hostelería, al menos entre los que yo conozco. Difícil será no encontrar un lugar adecuado para comer en cualquier pueblo a lo largo del camino. Porque he de confesar una cosa; los Mr. Flakes de Hero están buenísimos, pero donde se ponga una tortilla de patatas…

El itinerario

Para dirigirnos a Liébana utilizaremos el Camino Primitivo hasta Oviedo el mismo que tomó Alfonso II el Casto, en el siglo IX para visitar la recién descubierta tumba del Apóstol Santiago.
Desde Oviedo nos dirigiremos a Cantabria para acercarnos al monasterio Turiego, fundado por el obispo de Astorga Toribio, que en el siglo V trajo de Jerusalén un trozo del Lignum Crucis.

Ascenderemos de nuevo la Cordillera Cantábrica hacia la Montaña Palentina por el río Bullón y en el Puerto de Piedrasluenguas entraremos en Castilla León, cerca de la desaparecida Pisóraca, la ciudad de los Turmogos (Herrera de Pisuerga) donde se acantonó la Legio Macedonica autora del sometimiento de los pueblos cántabros en el siglo I. Siguiendo el Pisuerga llegaremos a la provincia de Burgos y a su capital. Aquí nos espera el Camino Soriano de Santiago, hasta enlazar con el Camino de la Vera Cruz en  Calatayud.

Nuestra meta; Caravaca de la Cruz y su Lignum Crucis, enclaustrado en su relicario sirio-bizantino. La población de Caravaca disfruto pronto de gran reconocimiento en el mundo cristiano y el Vaticano le concedió culto de latría en 1736. Recibiría un importante impulso con el Año Santo otorgado por Juan Pablo II en 1998 y en el 2003 pasó a In perpetuum con Indulgencias Plenarias.

La cronología

0             Domingo 5 de junio, Murcia-Santiago (en coche)
1             Lunes 6 de junio, Santiago-Lugo
2             Martes 7 de junio, Lugo-Grandas
3             Miércoles 8 de junio, Grandas-Tineo
4             Jueves 9 de junio, Tineo-Oviedo
5             Viernes 10 de junio, Oviedo-Cangas de Onis
6             Sábado 11 de junio, Cangas de Onis-Potes
7             Domingo 12 de junio, Potes-Herrera de Pisuerga
8             Lunes 13 de junio, Herrera de Pisuerga-              Burgos
9             Martes 14 de junio, Burgos-Quintanar de la Sierra
10           Miércoles 15 de junio, Quintanar de la Sierra-Soria
11           Jueves 16 de junio, Soria-Calatayud
12           Viernes 17 de junio, Calatayud-               Villafranca del Campo
13           Sábado 18 de junio, Villafranca del Campo-Ademuz
14           Domingo 19 de junio, Ademuz-Venta del Moro
15           Lunes 20 de junio, Venta del Moro-Montealegre
16           Martes 21 de junio, Montealegre-Caravaca

Mariano Vicente, junio de 2016

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